jueves, 25 de febrero de 2016


Morir con las botas puestas…?


“Pisa con garbo y levantaras pasiones”

Quizá habremos escuchado decir a nuestras abuelas que ellas tenían dos pares de zapatos ( y hablamos de los más privilegiados) que consistían en los zapatos de “ batalla” y de “los domingos”. Su fabricación probablemente fuera muy básica y el catálogo donde elegir apenas sumaria dos páginas…  Menos mal que eso solo se queda en una simple historia que te cuenta tu abuela cuando ve que no podemos vivir sin menos de 60 pares. O por lo menos ese es mi caso. Si, lo confieso. Hubo una época en la que era adicta a ellos. Los tenia de todos los colores, formas y tamaños. Y es que mi madre siempre me decía “Pisa con garbo y levantaras pasiones”. Nunca supe a qué tipo de pasiones se refería, nunca se lo he querido preguntar.
Y aquí estoy a día de hoy trabajando en una zapatería… Raro verdad?  EL juego de toda niña convertido en realidad.  


Entrando ya en el invierno, toca limpieza de zapatero y “operación renovación”, porque como buena mujer que soy nunca tengo nada que ponerme. Surgen dudas en mi cabeza ya que quiero algo cómodo, sencillo, bonito, que vista y me sirva tanto para el día a día como para un sábado por la noche, vamos que tenga un tacón “quita y pon”. Y aquí viene el dilema, no existen unos zapatos “todo-terreno”. 
Miro mi zapatero y empiezo pensando en la comodidad diaria. Las tendencias de este año dicen que las botas “ las de toda la vida” están desapareciendo. Con lo que nos han apañado año tras año… Dicen que vienen pisando fuerte las botas estilo “ chopper” y se me viene a la imaginación un motorista recorriendo la ruta 66 con unas botas anchas y negras.  Quizá sea ese el estilo que necesite. Me planto unos vaqueros, una chupa de cuero y unas botas negras y anchas...Pero descarto esa imagen de mi cabeza al momento.
También se habla de las botas “ militares” y pienso en un soldado vestido de verde con esas botas de “ como te pise te quedas sin pie “ aunque he de decir que las diseñadas para nosotras con tachuelas, brillantes y cremalleras no les sentarían muy bien a ellos. Ese estilo va mas conmigo.  
Otra de las tendencias que he visto ( aunque en España aún no acaban de encajar) son las llamadas “ botas pirata”, esas que son por encima de la rodilla, preciosas de ver pero que a las que medimos poco mas de metro y medio nos hacen parecer “ pequeños tapones”. Así que no, esas no entraran en mi lista de opciones.  Pero las que me parecen realmente estilosas, que sientan bien te pongas lo que te pongas son las “Panamá Jack” de toda la vida ( si, esas que te llevarías a una aventura emocionante) color melocotón con el añadido de que llevan el cuello de colorines. Las he visto con el reborde azul, rojo, rosa, de animal print, de flores y de muchos estampados más. Empiezo a verme con una de ellas en mis pies. Y una pequeña sonrisa y mirada de reojo aparecen en mi cara. Difícil decisión aunque habréis notado por cuales me decantare seguramente.

He subido con la mirada dos estantes hacia arriba y veo la zona de “ zapatos de fiesta”. Me acuerdo de que necesito unos salones negros (fondo de armario que todas deberíamos tener) ya que los que tengo se dieron por vencidos después de tantas guerras.  Eso no requiere mayor complicación. El dilema viene ahora. Siguiendo las tendencias de año tras año podría comprarme unas botas altas de piel con un “súper” taconazo pero me pica el gusanillo desde que vi unos “zapatos abotinados”  (una mezcla entre zapato salón y unos botines ). Los he visto de todos los colores , con diferentes alturas de tacones y añadidos muy bonitos.  Asi que creo que esa será una de mis adquisiciones para un día de " planazo". Lo que si tengo clarisimo es que necesito  unas bailarinas negras con la punta de charol o con la famosa " hebilla cuadrada" para mis días mas risueños. Si, así de simple termino siendo.. Y el caso es que pisar con garbo puede ser mas difícil de lo que parece. Pero levantar pasiones, sean cual sean, no es tan complicado. 





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